Con el COVID-19 expandiéndose por todo el mundo como un incendio forestal en los últimos meses, muchas personas están reevaluando su salud ahora más que nunca, específicamente la de su sistema inmunológico. Una parte del cuerpo crucial que a menudo se pasa por alto, el sistema inmunológico es la línea principal de defensa del cuerpo contra todo tipo de infecciones. Sin embargo, a menudo las personas no lo toman en cuenta en sus intentos de mejorar su salud, y no estamos seguros de por qué. Ahora más que nunca, debe fortalecerse con la alimentación adecuada y adaptarse a un estilo de vida con más actividad y salud, sólo esto puede ayudar a la lucha contra la enfermedad.
Hasta ahora, el tratamiento para el coronavirus solo ha sido sintomático. Eso significa que solo han podido tratar los síntomas de la enfermedad, porque todavía no han podido idear un medicamento que pueda terminar con la enfermedad en sí. Este es un problema, sí, pero también significa que como el resfriado común o las cepas de la gripe, recae sobre el sistema inmunitario para eliminar el COVID-19 dentro del cuerpo. Esto hace que muchas personas se hagan la siguiente pregunta: ¿cómo puedo fortalecer mi sistema inmunológico?
Es fundamental mantenerse saludable, hay muchas cosas que se pueden hacer de manera proactiva para garantizar que cualquier enfermedad tenga dificultades para atacar y quedarse en el cuerpo. En primer lugar, una de las principales desventajas para la salud y la modulación inmunológica es el estrés. Cuando existen factores estresantes dentro del cuerpo, hace que las respuestas del sistema inmunológico sean más débiles y lentas para combatir las infecciones, lo que finalmente permite que los virus y las bacterias tengan la oportunidad de replicarse dentro del cuerpo y comenzar a causar estragos notables. Por lo tanto, cualquier cosa que una persona pueda hacer para reducir el estrés en su vida, ya sea, hacer ejercicio, adoptar una rutina más organizada o simplemente dormir más, seguramente hará que la persona se sienta más saludable y feliz.
Por supuesto, eso no quiere decir que el estrés sea el único factor. Al sistema inmunológico se le puede dar nutrientes y vitaminas al igual que a las otras funciones del cuerpo para asegurarse de que funcione de la manera más conveniente posible. Además de un estilo de vida activo y sin estrés, puede ser beneficioso aumentar la ingesta de los siguientes nutrientes:
Vitamina C: el refuerzo inmunológico más conocido disponible, los beneficios para la salud de la vitamina C (también conocida como ácido ascórbico) se han exaltado durante mucho tiempo, y es necesario para el crecimiento, desarrollo y reparación de todos los tejidos del cuerpo, y también una de los principios fundamentales de la salud inmunológica adecuada. Se encuentra en las frutas cítricas, y está ampliamente disponible a través de suplementos de venta libre.
Vitamina D3: es responsable de aumentar la absorción intestinal de calcio, magnesio y fosfato, además de fortalecer el sistema inmunológico. Es importante para construir y mantener los huesos fuertes, y el cuerpo lo produce naturalmente cuando se expone a la luz solar.
Probióticos: además de sus conocidos beneficios para ayudar a la digestión, también se sabe que fortalecen la salud inmunológica.
Zinc: el zinc admite más de cien funciones enzimáticas diferentes dentro del cuerpo humano, desde el desarrollo de tejido sano hasta la recuperación de heridas después del desgaste diario que experimenta el cuerpo. Ayuda al sistema inmunitario a combatir las bacterias y los virus, y también es requerido por el cuerpo para crear proteínas y ADN.