Hoy en los Estados Unidos hay más de 30 millones de personas diabéticas. Nueve de cada diez individuos son prediabéticos que ignoran su condición. Esas estadísticas son preocupantes. Sobre todo porque la diabetes puede conducir a cuadros clínicos más graves, como la enfermedad cardiovascular, la ceguera, las afecciones renales y neurológicas. Esta enfermedad está incluida entre los diez mayores problemas de salud en Estados Unidos.
¿Qué es Exactamente La Diabetes?
En la actualidad, el concepto de la diabetes incluye un grupo de afecciones crónicas relacionadas con la producción de insulina, una hormona generada en el páncreas que regula el nivel de glucosa en sangre.
Existen dos tipos principales de diabetes:
Tipo 1: Es un trastorno funcional del sistema inmunitario del paciente. Tiene lugar cuando los linfocitos – glóbulos blancos encargados de neutralizar las infecciones del tejido linfático – atacan a las células beta del páncreas, productoras de la insulina. Aunque la enfermedad puede afectar a los adultos, es más frecuente en niños y adolescentes. Se cree que alrededor de tres millones de personas en Estados Unidos padecen de esta condición permanente que los hace dependientes del uso externo diario de la insulina.
Tipo 2: A diferencia de la anterior, esta variante afecta mayormente a los adultos, aunque también se presenta en personas jóvenes con tendencia a la obesidad. En este caso, el páncreas produce suficiente insulina, pero el organismo del paciente se ha convertido en resistente a dicha hormona y por ello la glucemia se eleva.
Prevenir es esencial
Los pacientes de diabetes tipo 2 están obligados a un chequeo sistemático del nivel de glucosa en sangre y adoptar medidas urgentes para mantenerla en el rango adecuado. Esas medidas incluyen en primera instancia establecer hábitos saludables de vida: una dieta adecuada, control del peso corporal y hacer ejercicios físicos.
Si a pesar de todo esto persiste el alto nivel de glucemia, pueden ser requeridos medicamentos para disminuir la producción de glucosa en el hígado y mejorar la sensibilidad del organismo a la insulina, de manera que dicho órgano procese la insulina con eficiencia.
La buena noticia es que este tipo de diabetes puede ser prevenida e incluso revertida mediante un comportamiento vital saludable y un tratamiento adecuado. Esta solución puede resumirse en los siguientes 5 puntos:
1) COMER BIEN: Elimina la ingesta de azúcar y carbohidratos procesados, como los alimentos empacados, refrescos de soda, bebidas alcohólicas, pan blanco, y pastas. Aléjate de los centros de comidas rápidas.
2) EJERCICIO FÍSICO: Mueve tu cuerpo regularmente, sobre todo después de las comidas. Asegúrate de realizar cualquier tipo de ejercicio que prefieras durante 20-30 minutos diariamente.
3) AYUNO INTERMITENTE (AI): El ayuno es uno de los hábitos más eficaces para perder peso y estar saludable. Los dietistas indican diferentes modos de llevarlo a cabo, regulando los períodos de abstinencia y de ingesta de la manera más conveniente. Puedes consultar con el nutricionista lo más conveniente en tu caso. Cuando ayunas, el cuerpo se energiza usando como combustible tus reservas de grasa corporal. Sin embargo, cuando comes el combustible que produce energía es la glucosa y la grasa queda almacenada en tu cuerpo. Esa es la principal razón por la que el ayuno resulta tan efectivo para una disminución sana del peso corporal. La investigación también muestra que el AI contribuye a disminuir la glucosa en sangre y los niveles de insulina. Esto es bueno. Si tienes altos niveles de insulina, podrías desarrollar resistencia a dicha hormona, lo cual conduce a la prediabetes y a la diabetes tipo 2. Así, el AI es visto como una de las formas más efectivas para tratar de manera natural la diabetes, revertir sus síntomas y prescindir de fármacos que provocan efectos secundarios.
4) ABSTENERSE DE FUMAR. Diversos estudios estadísticos demuestran que los diabéticos que fuman son más propensos a las complicaciones de la enfermedad.
5) EVITAR EL ESTRÉS. Las situaciones estresantes provocan respuestas de lucha o de escape en tu organismo. Tales reacciones sobrecargan los procesos metabólicos y elevan los niveles de glucosa en sangre hasta niveles peligrosos en los pacientes diabéticos. Precisamente por ello los pacientes deben evitar las tensiones emocionales y relajarse no sólo mediante los ejercicios físicos, sino también acudiendo a la meditación, los masajes, los ejercicios de respiración profunda y el contacto con la naturaleza.