La llegada del otoño aumenta la probabilidad de enfermarse con el virus gripal conocido como flu. Las encuestas de los últimos cuatro años demuestran que la incidencia de la enfermedad se eleva drásticamente a partir de septiembre. El pico de la curva está entre enero y febrero, los meses más fríos. Es por ello, que prepararse para un invierno saludable es indispensable.
Se sabe que los afectados por el virus pueden infectar a otros hasta un día antes de presentar síntomas. Incluso los niños pueden ser contagiosos desde mucho antes, incluso semanas, algo muy significativo en estos tiempos, cuando los estudiantes regresan a las escuelas después de levantarse la emergencia sanitaria en diversos estados.
Lamentablemente, no existe una medicina totalmente eficaz para curar el flu. Las vacunas protegen en cierta medida, pero los virus mutan genéticamente por temporadas, por tanto nunca estaremos completamente inmunizados. La clave para defendernos de esta enfermedad es la prevención. Nuestro sistema inmunitario será capaz de neutralizar el ataque con rapidez si está fortalecido con nutrientes, vitaminas y minerales.
Prevenir es clave
Una buena nutrición, sueño y ejercicio adecuados y bajos niveles de estrés hacen que nuestro sistema inmunitario funcione con efectividad. Un estudio reciente sugiere que las personas que se ejercitan regularmente tienen menos y más leves resfriados. Se tomó una muestra de más de mil hombres y mujeres de 18 a 85 años en otoño e invierno, registrando cuántas infecciones respiratorias contrajeron. Ellos informaron cuánto ejercicio aeróbico hacían y respondieron preguntas sobre estilo de vida, nutrición y estrés. Aquellos que se ejercitaban cinco o más días a la semana tenían un 46% menos de resfriados que los sedentarios; y la cantidad de días con síntomas fue un 41 por ciento menor. Los investigadores concluyeron que el ejercicio hace que las células inmunitarias ataquen a los virus a un ritmo más rápido.
La dieta adecuada es prevención
Una dieta equilibrada, con proteínas y carbohidratos saludables, promueve el bienestar y disminuye la probabilidad de contraer un resfriado. Cuando aparezcan los síntomas, escuche a su estómago. El cuerpo le pedirá líquidos, sopa, infusiones y alimentos suaves. La limonada caliente, la infusión de jengibre y la tradicional sopa de pollo son remedios de la abuela que no pierden vigencia y proporcionan alivio temporal.
Reducir el estrés inmuniza
El estrés desgasta a todo el organismo. La antigua divisa «mente sana en un cuerpo sano» funciona siempre. Las tensiones de la vida diaria reducen la resistencia del cuerpo a las enfermedades. Es recomendable desestresarse mediante el sueño y las técnicas de relajación como el yoga y la meditación.
Prevenir el flu con suplementos vitamínicos,
Estudios científicos han demostrado que la sueroterapia con vitamina C en combinación con otros minerales y nutrientes, reduce hasta en un 8% la permanencia de los síntomas del flu. Están confirmadas las propiedades antihistamínicas de esta vitamina, que alivia las reacciones alérgicas tan molestas y frecuentes en la estación invernal.
La mejor combinación es el suero compuesto con vitaminas C, B12 además del cloruro de zinc en el paquete «The Shield» de la sueroterapia Vita Novas. La influencia positiva del zinc para reducir la duración de los resfriados está avalada por la experiencia de los médicos que sirven en climas marítimos, fríos y húmedos, según refiere el Dr. D.W. Novey, especialista en medicina integral en Poulsbo, Washington, una ciudad ribereña en la costa del Pacífico
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